El niño Eduardo Posso, de 12 años, fue declarado muerto en un hospital de Indiana después de que la policía dijo que su padre y su madrastra lo habían encadenado hasta que murió de hambre.
La pareja, al ver que el menor se les podía morir en su habitación de hotel, lo llevaron a un hospital cercano, adonde llegó pesando tan solo 22 kilos y sin nada de grasa corporal. Los esfuerzos médicos no lograron reanimar a Eduardo y murió el pasado viernes.
Su padre, Luis Posso, de 32 años, y su madrastra, Dayana Medina Flores, de 25 años, fueron arrestados y acusados de asesinato, negligencia, confinamiento criminal y agresión a un menor. Las autoridades dicen que la pareja mató a Eduardo lentamente de hambre en un motel de Bloomington, Indiana.
Tanto Posso como Medina Flores están detenidos en el Centro Correccional del Condado de Monroe con una fianza de 500.000 dólares cada uno, dijo el sheriff del condado Bradley Swain en una conferencia de prensa la semana pasada.