Un estudio reveló que las vocalizaciones durante el coito son en su mayoría un acto consciente y voluntario que hacen las mujeres para excitar a sus parejas, indicarles que van por buen camino y hasta hacer que eyaculen pronto.
La investigación recalcó, además, que el 25% gimen sin siquiera haber alcanzado el clímax, mientras que el 92% están muy claras que estos sonidos en el sexo impulsan el autoestima de sus parejas y un 82% de las féminas que gritan o gimen durante una relación sexual lo hacen por ese último propósito.
Lo que quiere decir que el momento del orgasmo y los jadeos están disociados, lo que evidencia que se realizan en parte bajo control consciente y se utilizan para manipular el comportamiento masculino en beneficio de ellas.
Aunque para muchas gritar y gemir durante un acalorado encuentro sexual les parece inapropiado y fuera de lugar, lo cierto es que la mayoría de los hombres encuentran esto como un medidor de satisfacción que les encanta, siempre y cuando coincida con la respuesta corporal, obviamente.
Sí, a los hombres les gusta escuchar a sus parejas emitir sonidos eróticos relacionados con el nivel de satisfacción del momento, ya que lo perciben como una recompensa, orgullosa, “al buen trabajo” que están haciendo. Pero… ¿son involuntarios o fingidos?.