Con una gorra roja esponjosa y una bolsa abultada colgada sobre su hombro, Obama entregó regalos a los jóvenes pacientes en el Hospital Nacional de Niños en el noroeste de Washington el miércoles.
Primero en la lista de Obama estaba un grupo de 4 pacientes que estaban haciendo copos de nieve en una de las salas de juegos del hospital. Después de que la emoción el ex presidente repartió rompecabezas (que eran los favoritos de su abuela, dijo a la multitud), juegos de Hot Wheels, autos con control remoto y esmalte de uñas reluciente, entre otras cosas recopiladas por Obama y sus empleados.
“Sé que hablarán de ello durante los próximos años”, dijo Kurt Newman, director ejecutivo y presidente del Sistema Nacional de Salud Infantil.
“En una época tan ocupada del año, cuando nadie quiere estar en el hospital, su calidez natural levantó el ánimo de los niños, sus padres y de cada miembro del personal que conoció en el camino”.
Obama Claus, también visitó habitaciones individuales de pacientes para visitas individuales con niños y sus padres. Le regaló un consejo a un paciente de 12 años de edad que estaba nervioso por ir a la escuela secundaria el próximo año: “Incluso los niños geniales no lo tienen todo resuelto”.
Antes de irse, Obama agradeció al personal por trabajar durante las vacaciones y grabó un mensaje en vídeo que se reproduce en el sistema interno de TV del hospital para aquellos que no pudo visitar durante el viaje.
Solo un puñado del personal de Children National sabía que el presidente iba a venir a la ciudad, pero se corrió la voz rápidamente durante la visita de 90 minutos. Para cuando se dirigía a la puerta, una multitud se había reunido en un puesto de enfermería cercano. El grupo de médicos, residentes y enfermeras alentaron a Obama antes de enfrentarse a una improvisada interpretación de “Le deseamos una feliz Navidad”.
